El ácido glicólico tiene la molécula más pequeña de todos los AHAs (alfa hidroxiácidos) lo que le permite una penetración más profunda y rápida. Esta capacidad lo hace más efectivo como exfoliante. Su fórmula contiene bisabolol para ayudar a disminuir la irritación, si la hubiera. Estimula el proceso de renovación celular cutánea. Mejora la hidratación y elasticidad. Aporta luminosidad y brillo. Unifica el tono y contribuye a difuminar manchas. Retexturiza y mejora la superficie de la piel. Atenúa arrugas y líneas de expresión.

Aplicar sobre la piel limpia y seca del rostro, cuello y escote por la noche. Si la piel nunca utilizó ácidos se puede comenzar con un tratamiento progresivo y alternado de 1 a 3 veces por semana. Este producto puede provocar una sensación de ardor mientras se coloca y absorbe, que al cabo de unos minutos desaparece. En caso de que no desapareciese o genere irritación enjuagar con abundante agua, suspender su uso y consultar con su médico. No se aconseja su uso para pieles sensibles, muy sensibles y con afecciones cutáneas y/o reactivas. Durante el tratamiento, es necesario el uso de protección solar SPF 50+ de día y evitar la exposición prolongada al sol. Se recomienda incluir en la rutina una crema hidratante. Evitar el contacto con mucosas y el contorno de los ojos.

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